Sistemas

Definición de Compatibilidad


La compatibilidad se entiende en el ámbito de la informática y la tecnología como la capacidad que tienen dos sistemas de trabajar uno con otro simultáneamente. Y por sistemas entendemos tanto hardware como software, de modo que podemos hallarnos frente a compatibilidad entre dos programas, entre programa y hardware, o directamente entre hardware.

El que no haya compatibilidad no significa que los sistemas no funcionen o estén defectuosos, simplemente que no pueden trabajar juntos, que son incompatibles. La incompatibilidad se puede deber a varias causas, pero principalmente porque un sistema está obsoleto con respecto al otro o porque se ha diseñado para usar con un sistema en particular y no funciona con otros. Pongamos un ejemplo de cada para verlo más claro: una cinta de cassete de los años ochenta no será compatible (osea, no se podrá usar) en un lector de DvD. Este es un ejemplo extremo, pero sirve para ilustrar perfectamente un caso de algo que ha quedado obsoleto. Para el segundo caso, pues bueno, sólo basta con ver en el mundo de la informática hoy en día, y como los programas para IPad no funcionan en sistemas Windows, ni viceversa, porque ambos han sido diseñados para sistemas operativos distintos.

Asi, un programa sería compatible con un sistema operativo cuando pudiese funcionar perfectamente en él, e incompatible cuando no se pudiese ejecutar en ese sistema operativo. Igualmente un hardware o un dispositivo puede o no ser compatible para ser usado con otro. Y del mismo modo un hardware puede no ser compatible con un programa y que este no funcione en él.

Las incompatibilidades se deben a que cada fabricante o programador diseña su programa siguiendo unas pautas determinadas, pero estas no son ni mucho menos universales y además van cambiando con el tiempo. En el mercado coexisten a veces decenas de formatos simultánemente y cada uno con sus propia manera de hacer las cosas. Solo con el tiempo se podrá saber que modo es el que triunfa y se impone como modelo a seguir para el resto. E incluso muchas veces el tiempo y el mercado permite que coexistan dos sistemas incompatibles entre si independientemente. Lo que si queda claro es que la mayor parte de las incompatibilidades se deben a los vaivenes de la competencia. Asi pasó con la competencia entre la corriente alterna y la continua entre Volta y Edison, entre IBM y Apple, entre Microsoft y MAcOS o Linux… etc, etc.

De hecho la propia existencia de sistemas incompatibles ha permitido que proliferen dos mercados secundarios muy importantes: el campo de los emuladores, que permiten hacer compatibles unos programas diseñados para una plataforma en otra (por ejemplo, podrías jugar a los juegos de una consola vieja en el PC, o usar un documento de texto de un formato en otro programa distinto…) y el campo de los adaptadores, que funcionaría de modo similar que los emuladores, pero con hardware, permitiendo que ciertos aparatos se puedan conectar en otros para los que no fueron diseñados inicialmente.

La compatibilidad es algo que se tiene muy en cuenta a la hora de sacar un producto nuevo, y hoy en día la costumbre es que cualquier producto que se saque sea compatible con el máximo número de sistemas posibles. Prueba de ello son, por ejemplo, el nacimiento del USB, o la decisión de los fabricantes de móviles del mundo de hacer un cargador universal (antes cada marca tenía el suyo propio). Pero mientras haya varios fabricantes compitiendo entre sí, será dificil que ninguno quiera que su formato triunfe sobre el resto.



Por Sistemas, el 11/02/2005.

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