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Definición de Fotografía


La fotografía se podría traducir como ‘escritura de la luz’, y no iríamos muy desencaminados, porque consiste en inmortalizar una imagen en un momento dado, gracias a la luz que incide sobre ella.

Aunque necesitaríamos conocer más a fondo algo de óptica y de física, baste saber que la luz solar, cuando cae en un objeto rebota, sale reflejada de él. Esa luz que se refleja es lo que vemos o percibimos con nuestros ojos, y también lo que recibe una cámara fotográfica, que interpreta y le permite mostrar la imagen luego.

Los rayos solares tienen lo que se llama un espectro, cuya representación simple es el arcoiris. Cada color del arco iris tiene una cierta frecuencia de onda, y hay materiales que absorben mejor uno que otro color. Por ejemplo, un pantalón azul absorbe todos los colores menos el azul. El negro significa que absorbe todos los colores y por tanto toda la radiación solar (por eso por ejemplo los paneles solares son negros, o no es buena idea ponerse ropa negra cuando hace sol, porque te achicharras), y el blanco, en cambio, los refleja todos. Así pues, en lo que se basa la fotografía es en captar las ondas que rebotan de las cosas y darles un color para crear una imagen o una instantánea que permita reconstruir la escena que hemos fotografiado. Al inicio lo que se fotografiaba era en blanco y negro porque las primeras cámaras solo podían captar la intensidad total de la luz que se reflejaba y no diferenciaban los colores, sino sólo si reflejaba más o menos luz, pero con el avance de la técnica se hizo posible la diferenciación de los colores según su espectro.

Las primeras fotografías datan de inicios del siglo XIX, llamándose daguerrotipos en honor a su creador, Daguerre, que descubrió que sobre una superficie de plata o metal pulido, tras un proceso de revelado, se podían ver las imágenes. Obviamente revelar fotografías sobre una fuente de plata no era un proceso barato, amén de que la gente debía posar durante varios minutos para obtener la ‘instantánea’, por lo que los esfuerzos se centraron en mejorar la técnica y reducir el tiempo de exposición. A finales del siglo XIX se inventa el carrete fotográfico de la mano de Kodak, que resuelve gran parte de los problemas. Aún asi las fotografías no podían exponerse a la luz, sino que debían ser reveladas en un cuarto oscuro, pues si la luz incidía en ellas por así decirlo borraba la imagen anterior. Eso se solucionó con las fotografías instantáneas ya avanzado el siglo XX.

Como veis en sus inicios la fotografía era un proceso muy complicado, que requería grandes conocimientos técnicos y porque no, también estéticos (no en vano es una disciplina que se considera un arte). Ha habido grandes fotógrafos y fotografías que han cambiado y conmovido a la sociedad actual a lo largo de los casi dos siglos desde su invención. Y desde luego la frase ‘una imagen vale más que mil palabras’ no es un sinsentido: la comunicación le debe mucho a la fotografía.

El último avance de la ciencia en la fotografía, que ha cambiado para siempre nuestro modo de entenderla, ha sido y es la fotografía digital. En ella la cámara capta las ondas, pero no las imprime sobre un soporte físico, sino que las transforma en códigos asociados con colores y las almacena en la memoria, lo que luego permite reconstruir en cualquier momento y lugar la imagen. Con la fotografía digital se acabaron los problemas de revelado, de transporte, de almacenaje, de conservación… y además los programas digitales permiten corregir y mejorar cualquier fotografía, eliminando brillos, contrastes, oscuridad no deseada… etc. Ya no se necesita ser un fotógrafo profesional para obtener buenas instantáneas.



Por Paulo Gonzalez Cruz, el 24/10/2012.

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