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Como prevenirnos de las estafas con SMS Premium


Un hombre con su teléfono móvil ¿Habrá recibido un SMS? Imagen de Mario Mancuso en Flickr bajo licencia Creative Commons

Un hombre con su teléfono móvil ¿Habrá recibido un SMS? Imagen de Mario Mancuso en Flickr bajo licencia Creative Commons

Los mensajes SMS tan populares en otros tiempos y ahora prácticamente borrados del léxico de los usuarios de teléfonos móviles en favor de servicios quefuncionan a través de protocolo IP y, por lo tanto, a través de Internet como WhatsApp, Line o Hangouts, todavía sobreviven, así como una de sus modalidades más controvertidas: los SMS Premium.

Estos consisten en mensajes que se pagan a un precio superior al de mercado porque quien los envía es una empresa o particular (con contrato con la operadora) que se gana parte o todo su sustento con dicho servicio.

Los SMS Premium son dados a ser el vehiculo por el cual se cometen varios tipos de estafa, cosa que ha viciado un servicio que, por otra parte, puede tener su utilidad, pero a ojos del público le ha dado mala fama.

Para empezar, hay que ser siempre muy cauteloso con a quien le damos nuestro número de teléfono. No es solamente por la fiabilidad de la persona/organización que nos lo puede estar solicitando en aquel momento, si no por si se venden los datos a una tercera parte que ya no controlamos o, incluso, si la seguridad de los servidores de la empresa que aloja nuestros datos es vulnerada, y estos robados.

Evidentemente, no todo el mundo que nos pide nuestro número de teléfono tiene mala fe, pero hay que buscar mirar más allá.

Menos confianza todavía deben darnos las páginas web que nos prometen participar en sorteos con grandes premios a cambio de que introduzcamos nuestro número de teléfono en ellas. Además de los condicionantes antes mencionados, muchos de estos concursos tienen una cláusula en letra pequeña en las condiciones que como usuarios aceptamos según la cual nos suscriben a un canal de SMS Premium.

Y lo peor de todo ¡es que lo hemos aceptado voluntariamente! así que las reclamaciones ante las autoridades se dificultan en gran medida por ese pequeño detalle, pese a que es posible presentar denuncia (y siempre recomendable para no cesar en la lucha contra los estafadores).

Los ciberdelincuentes también recopilan datos a través de las redes sociales, así que es mejor pensárselo dos veces antes de poner nuestro número de teléfono al alcance de todo el mundo en Facebook, por ejemplo.

Si al fin lo acabamos haciendo por una u otra razón, debemos repasar nuestras preferencias para asegurarnos que no sea accesible más que a nuestras amistades.

Y mucho cuidado con responder a SMS, por inocentes que nos parezcan; siempre debemos repasar el número del emisor, ya que la suscripción a un servicio SMS Premium puede hacerse con solo el envío de un mensaje a un número determinado.

Así, si recibimos un mensaje tipo “Hola, ¿te llega este mensaje? Es que estoy intentándolo por Whatsapp y no me va” repasemos siempre el número de origen.



Por Guillem Alsina, el 01/07/2014.

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