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La ética Hacker


La ética Hacker

Autor: Marcos Guglielmetti

Durante la inauguración del ‘Internet Global Congress’ que se desarrolló recientemente en Barcelona, España el Ministro de Cultura de Brasil declaró: “Yo, Gilberto Gil, como ministro de Cultura de Brasil y como músico trabajo cada día con el impulso de la ética hacker“.

Según Wikipedia, en palabras de Richard Stallman, ‘Hacker, usando la palabra inglesa, quiere decir divertirse con el ingenio [cleverness], usar la inteligencia para hacer algo difícil. No implica trabajar sólo ni con otros necesariamente. Es posible en cualquier proyecto. No implica tampoco hacerlo con computadoras. Es posible ser un hacker de las bicicletas. Por ejemplo, una fiesta sorpresa tiene el espíritu del hack, usa el ingenio para sorprender al homenajeado, no para molestarle’

Como bien lo diría Richard Stallman, para Gil hay que distinguir los “hackers” de los “crackers”, los cuales son personas que rompen la seguridad de sistemas informáticos, y ha destacado a los hackers como “militantes de la contracultura que vieron en las computadoras una fantástica herramienta de comunicación”.

Opuesta al mundo hacker, estaría la “ortodoxia analógica reaccionaria”, es decir, la intención de seguir manteniendo modos ya superados por la tecnología (Internet, programas peer-to-peer, etc.) e incluso por la filosofía hacker.

Las declaraciones del músico brasileño regocijan a más de uno e inquietan a quienes creen que el hacker es un bandido informático, cuando dice que “los hackers crean, innovan, resuelven problemas y ejercitan la organización de ayuda mutua y voluntaria”. En tono con la filosofía original de los primeros hackers de los años 70, Gil dice:“la revolución tecnológica no puede justificarse sólo por si misma sino que debe reflejarse en el beneficio y bienestar de los pueblos”.

Parece un planteo revolucionario, pero Gil pretende realizar cambios en la legislación referente a los derechos de autor, los cuales estarían basados en Thomas Jefferson, el redactor de la Constitución de Estados Unidos… y es que el planteo se torna revolucionario en estas épocas, porque el mundo legislativo se ha tornado contrarrevolucionario con respecto al asunto de los derechos de autor.

Importantes condenas para quienes violan las leyes de copyright

Recientemente en Argentina se condenó a 5 y 3 años de prisión a una pareja que simplemente realizaba copias de CDs de Música. Según el diario La Nación: ‘El tribunal oral número 24, integrado por los jueces Gustavo Valle, Raúl Llanos y Ricardo Rojas, condenó a cinco años de prisión y multa de 5000 pesos a Claudio Rial ‘como autor del delito de asociación ilícita, en calidad de jefe’ en concurso con defraudación por violación a la ley de propiedad intelectual. Para su pareja, Alicia Aristain, la pena fue de tres años y mil pesos de multa por los mismos delitos pero sólo como ‘miembro’ de asociación ilícita.’

El tribunal consideró que ‘el grupo produjo no menos de 963.200 discos apócrifos’, lo que causó un perjuicio a los autores y las discográficas de 6.742.400 pesos.

Pero la ética hacker seguramente no hubiera condenado a 5 años de humillación en las cárceles argentinas a esta gente que simplemente copiaba CDs de música, videos y los vendía, y tampoco se piensa desde este lado del hacker que el perjuicio sea tal: por eso suena tan revolucionario, y por eso Gilberto Gil quiere influenciar a los legisladores para que cambien las leyes en favor de las masas.

Es así que Gil aboga por la ‘jeffersonización’ derechos de autor, haciendo referencia a Thomas Jefferson. En este marco, Gilberto ha firmado un acuerdo de colaboración con el departamento de Cultura de la Generalitat, y ha explicado que el cambio en los derechos de autor tiene que ver con los principios que estableció el redactor de la Constitución de Estados Unidos: ‘el derecho de autor debe estar equilibrado entre la protección del derecho del autor como posibilidad de explotación de una propiedad que es su creación y el derecho público al conocimiento de esa propiedad’, según escribiera en aquel entonces Thomas Jefferson, quien fue presidente de EEUU entre 1801 y 1809.

Lógicamente, el Ministro de Cultura brasileño se ha encontrado con respuestas negativas, recibiendo ‘el rechazo total de los reaccionarios de siempre y el apoyo de los creadores; unos llaman a la policía y otros a las ideas’, dice… y fundamenta su ideología en el hecho de que ‘en la historia siempre los que han revolucionado el statu quo establecido han sido los que han permitido a la sociedad avanzar’.

Los que se oponen a Gil, dicen que este proceso de ética hacker presenta los riesgos de la llamada ‘piratería’, a lo que él contesta hábilmente:’cuando Edison, inventor del cine, registró la patente de su invención en la costa este de EEUU, algunos creadores escaparon al monopolio que pretendía emigrando a California. Aquellos primeros ‘piratas’ fueron los fundadores de Hollywood’.

Es asombroso saber que durante 6 años, se dedicó a luchar en los tribunales brasileños para recuperar la gestión de los derechos de sus canciones, y de ese modo sus 500 canciones pueden ser escuchadas a través de Internet, y aquellas que están libres de derechos incluso pueden ser descargadas.

Al igual que Richard Stallman, el hacker ideólogo del Software Libre que hackeó las leyes de copyright con su licencia GPL, Gil piensa que ante los derechos de autor lo ideal es adoptar una postura variable en función del propio interesado y del momento histórico, sin adoptar posiciones fundamentalistas extremas.

El conseller de Cultura, Ferran Mascarell, admitió la necesidad de revisiones en el terreno del conocimiento y la creatividad libres, y apoyó al Ministro de Cultura de Brasil cuando aseguró que ‘ampliar los márgenes de libertad de los creadores ha de ser siempre prioritario para cualquier administración pública’.

El Impacto de las licencias libres

Mediante las licencias libres como por ejemplo la GNU GPL, los hackers han irrumpido en el mundo de los derechos de autor legalizando el hecho de copiar programas y documentación, compartirlos, distribuirlos, etc., lo cual ha dado lugar a movimientos similares como por ejemplo Creative Commons, que son licencias que van desde lo más libre posible a los más restrictivo.

Las licencias libres han dado un marco legal a los sistemas operativos como por ejemplo GNU/Linux y a las enciclopedias libres como Wikipedia, la cual iguala o supera en calidad y cantidad de artículos a la Enciclopedia Británica.

Los que se oponen a la ética hacker

En Argentina, CAPIF, quien representa a la industria argentina de la música, es una organización sin fines de lucro integrada por compañías discográficas multinacionales e independientes, y es miembro de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI).

Esta organización afirma que 1 de cada 2 discos que se venden en Argentina es ‘pirata’ (es decir, compartido por medios no convencionales), que en los últimos 6 años, la venta de discos legales cayó a la mitad, lo cual es realmente dudoso dado que mirando las estadísticas que ellos mismos publican (http://www.capif.org.ar/Default.asp?CodOp=ESME&CO=5), el mercado creció en el último año.

Muchos hackers opinan que el hecho de que existan las llamadas copias ‘piratas’ es el sistema mas barato de propaganda para los músicos y productores, porque esa propaganda no le cuesta nada a los productores. Por otro lado, el porcentaje de personas con capacidad de pagar 25 pesos argentinos o más por un CD es, fue y será más o menos el mismo de siempre.

Quienes no pueden pagarlo, compran CDs ‘pirateados’ y así difunden gratuitamente la obra sin que esto reste a los ‘bolsillos’ de las productoras. Este sector del público no son clientes ni siquiera potenciales para las grandes editoras de música.

Entonces, el verdadero conflicto es con el grupo de consumidores que copia CDs o que compra CDs copiados, y que es indeciso en cuanto a comprarlo legalmente o copiarlo de un amigo o comprarlo en la calle a los copiadores de discos.

Otro sector del público, muy reducido, es el apasionado por el audio o la calidad musical, este no compra en la calle sus CDs porque los CDs grabados a una velocidad de 52x o en vírgenes baratos no son una garantía de calidad auditiva, de hecho preferirán copiarlo personalmente.

Muchos hackers piensan que el hacer ‘terrorismo publicitario’ es algo que mantiene ‘a raya’ a quien tiene dudas en cuanto a comprar un CD ‘copiado’ o un original…

En definitiva, el mundo de la ética hacker piensa que hay que renovar las leyes para adaptarlas a los avances culturales de la ‘sociedad de redes informáticas’, la cual está revolucionando la todavía existente ‘sociedad de la imprenta’… no se trata de llamar a la policía, sino de compartir la cultura.

Más información en:

http://es.wikipedia.org/wiki/Thomas_Jefferson

http://www.capif.org.ar/Default.asp?CodOp=ESME&CO=5

http://www.lanacion.com.ar/810857

http://es.wikipedia.org/wiki/Hackers



Por Sistemas, el 05/06/2006.

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