Sistemas

Las computadoras nos enferman


Así como suena, así de seco y cortante: está comprobado que no fuimos hechos por la madre naturaleza para estar frente a un monitor de computadora más que por un breve tiempo.

Síntomas

Enfermedades relacionadas con lo visual como por ejemplo cefaleas (dolor de cabeza), ardor, picazón, quemazón, congestión (ojos rojos), lagrimeo, cambios en la percepción del color, y visión borrosa son moneda corriente para quienes poseen trabajos relacionados con la informática.

En el campo de las enfermedades no visuales, encontramos: cefaleas, insomnio, náuseas, dolor torácico, dolor de espalda, tensión, dolor cervical, ansiedad, depresión, dolor de hombros y brazos, problemas menstruales y fatiga.

A fines de Junio escribí un artículo que hablaba sobre las posturas frente a la PC; pero ninguna solución parcial al problema puede resolverlo, por lo cual me pareció útil seguir profundizando en el tema a través de sucesivos artículos en MasterMagazine.

La situación en España

En España y en otros países están viendo que existe un nuevo cuadro de enfermedades profesionales, en el que se deben incluir patologías relacionadas con las nuevas tecnologías informáticas.

Montserrat García-Gómez, la jefa del servicio de Salud Laboral del Ministerio de Sanidad español expresa que existen dos grandes grupos de enfermedades que están comenzando a poseer tintes de epidemia: las del grupo osteomuscular y las de carácter mental… ya veremos más adelante un estudio muy serio al respecto.

En Cantabria se realizó un curso sobre nuevas tendencias en la prevención de riesgos laborales, al que asistió Montserrat García-Gómez para dar cuenta de la complejidad del problema.

Un estudio serio al respecto

Los invito a leer un estudio serio al respecto de las enfermedades que genera nuestra relación con las computadoras y cómo cuidarse. En síntesis, debo destacar que se deja bien en claro lo siguiente: el estilo de vida ha cambiado para muchas personas con la llegada de las computadoras personales, con lo cual es normal que sostengamos posturas sedentarias, trabajemos intensamente con objetos que están cerca nuestro, y nos alimentemos mal, de forma deficitaria.

La madre naturaleza diseñó nuestro sistema visual para trabajar generalmente a lo lejos, aunque es apto para desempeñarse a corta distancia, pero por breves lapsos de tiempo. Un trabajo (o cualquier otra actividad) de 6, 8 horas o más frente a la PC es anti-natural, y debe ser modificado para poder llevarse a cabo.

Cuando éramos más primitivos, nuestros sentidos eran muy aptos para apreciar desde lejos a los predadores que podían terminar con nuestra vida, para encontrar alimentos y orientarnos dentro de grandes paisajes.

El sistema económico, social y cultural civilizado ha producido que grandes grupos de trabajadores deban utilizar su sistema visual en lugares reducidos durante períodos realmente largos, exigiendo un alto rendimiento de cerca, no sólo desde que llegó la informática, sino muchos años antes, cuando la talla en piedra y la costura eran actividades más comunes, por poner un ejemplo.

Es así que el sistema visual entra en tensión sometido a tales exigencias antinaturales.

Personas que utilizan videojuegos, quienes poseen trabajos de oficina, quienes transitan varias horas de lectura en escuelas y universidades, pero especialmente quienes pasan largas horas frente a pantallas o monitores son los más dañados.

Es por eso que cada vez más seguido se presentan pacientes que buscan atención médica debido a la aparición de patologías derivadas del sedentarismo y de la tensión sobre el sistema visual estresado.

Más adelante continuaremos con el informe, ahora es preciso descansar (levantarse y estirar el cuerpo para mejorar la circulación sanguínea en las zonas que han quedado entumecidas por la inmovilidad, mirar a través de la ventana o salir a caminar, entre otras cosas), pero por último parece útil dejar en claro que observar objetos cercanos pone en funcionamiento varios subsistemas (actividades musculares) con el objetivo de mantener el objeto enfocado, con lo cual el gasto de energía puede generar cansancio y malestar, es decir, reacciones físicas y psíquicas como las que mencionábamos al principio.



Por Marcos Guglielmetti, el 22/08/2007.

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